Los filtros H-alfa han conocido una gran desarrollo y una amplia difusión en los últimos tiempos. Una característica de estos filtros es que poseen un sintonizador, que permite obtener una imagen en el centro de la línea H-alfa. Si no fuese por el sintonizador, la mayoría de los días no veríamos el centro de la línea, que es precisamente donde mejor se puede observar la cromosfera. La posición del centro depende de diversos factores, como la temperatura.
Un sintonizador puede funcionar de distintas maneras. Los hay que regulan directamente la temperatura del filtro; otros varían el ángulo de incidencia de la luz; y últimamente se están poniendo de moda los que controlan la presión del aire en una cámara dentro del telescopio.
Ahora bien, podemos plantear la cuestión a la inversa. Un sintonizador no solo permite centrar la línea H-alfa, sino también descentrarla. De esa manera, podemos observar las mismas estructuras bajo distinto aspecto, o fenómenos completamente diferentes.
Los días 16 y 17 de Abril de 2011 hice una primera exploración en una de las alas de la línea H-alfa, y en este artículo muestro algunas de las características observadas. El intrumental utilizado fue un SM90 - BF30 del Observatorio de Cantabria, acoplado a un Takahashi TSA102/816 mm, y una DMK31. El sintonizador consiste en un tornillo, con el cual se puede variar la inclinación del filtro, y por tanto, el ángulo de incidencia de la luz.
El sistema anterior es muy cómodo, pero tiene dos inconvenientes. En primer lugar, en el filtro que tenemos en el Observatorio, el centro de la línea se sitúa aproximadamente a 1/5 del recorrido del tornillo, lo cual significa que solo se puede explorar eficazmente un lado de la línea. Queda pendiente de posterior confirmación si se trata del ala azul o del ala roja. Por otra parte, no se puede cuantificar el desplazamiento, aunque el aspecto de las imágenes sugiere una distancia de un poco más de 1A del centro de la línea, cuando lo llevamos al extremo.
En la gráfica anterior podemos ver el perfil de la línea H-alfa. En el centro llega a tener el 20% de la intensidad del continuo. Al desplazarnos del centro, lo primero que notamos es un aumento en la intensidad, llegando a saturar la cámara y obligándonos a reducir la exposición. Esto se debe a que la cromosfera es más transparente a esas longitudes de onda, y deja pasar una mayor cantidad de luz de la fotosfera. Es como si tuviésemos un filtro delante del telescopio, y se hiciese menos denso.
A medida que nos vamos alejando del centro, lo más importante es que observamos capas de la cromosfera cada vez más profundas. Perdemos de vista las estructuras más altas, y apreciamos más claramente la base de las mismas. Finalmente, en el extremo, podemos ver las manchas con un aspecto similar al que tienen en luz blanca, y muy débilmente, los rasgos característicos de la cromosfera.
En las siguientes animaciones podemos comprobar el aspecto de dos regiones activas a diferentes distancias del centro de la línea. Todas ellas excepto la primera, consisten en 5 fotogramas. En las tres del día 16 nos vamos desplazando del extremo hacia el centro; y en las dos del 17, del centro hacia el extremo. La primera tiene un fotograma adicional correspondiente al ala opuesta. Lo he añadido para mostrar el importante cambio de aspecto, a ambos lados del centro, del filamento situado al norte del grupo de manchas. Por otra parte, las imágenes más alejadas presentan un bandeado vertical debido a que el flat obtenido en el centro no sirve para los extremos.
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En realidad, estas imágenes son el resultado de la superposición de dos efectos: por una parte, la observación de capas a distinta altura, y en segundo lugar, el efecto Doppler. Si hay material moviéndose de manera que una componente de la velocidad coincide con la visual, ese material no se verá en el centro de la línea sino a uno de sus lados. Si la velocidad es suficientemente alta, puede llegar a observarse en las imágenes a mayor distancia. Veamos algunos ejemplos:
La tercera imagen corresponde a un "surge" que evolucionó en muy poco tiempo, lo cual confirma una velocidad muy elevada.
Estos detalles son tan absorbentes como si estuviesen en el centro de la línea, pero la cromosfera se vuelve tan transparente que prácticamente desaparece, y por esa razón se pueden observar con gran contraste. Esto mismo se puede decir de las espículas: a partir de 0.5A aparecen aisladas, y de color oscuro sobre un fondo claro. Con un filtro que permita explorar ambos lados de la línea, comprobaríamos que su aspecto es diferente, lo cual nos indica que también se trata de efecto Doppler.
Todas estas características se pueden observar en mayor o menor grado, o en diversas circunstancias, en el centro de la línea; pero existe un fenómeno que únicamente se observa en las alas: las bombas de Ellerman. Algunos autores utilizan la palabra "moustaches", precisamente aludiendo a que, en el espectro, aparecen como una banda de emisión a cada lado de la línea con un espacio vacío en medio. Esta circunstancia significa que residen en la baja cromosfera. En ocasiones las dos bandas son asimétricas, lo cual revela movimientos ascendentes o descendentes a alta velocidad.
A pesar de que se conocen sus principales características, su origen sigue sin estar claro. En las imágenes aparecen como unos pequeños puntos brillantes, con un tamaño medio de 1" aproximadamente, y mostrando una mayor intensidad a una distancia en torno a 1A del centro de la línea. Su intensidad máxima puede ser superior al 70% del fondo. La distribución no es aleatoria, sino que se suelen concentrar alrededor de las manchas y en regiones donde se está produciendo emersión de campo magnético.
En las siguientes imágenes he seleccionado algunas de las más relevantes, aunque se pueden observar muchas otras en el entorno de las manchas.
Javier Ruiz